Transición global hacia políticas industriales respetuosas con el medioambiente
En un entorno geopolítico incierto en el que la concienciación respecto a los riesgos del cambio climático se mezcla con la preocupación por la seguridad nacional, crece el empeño de los gobiernos por acelerar los procesos nacionales de transición hacia energías con bajas emisiones de carbono. Medidas legislativas destacadas como la Ley de Reducción de la Inflación de EE. UU., REPowerEU y el Plan Industrial del Pacto Verde de la UE constituyen pasos fundamentales en esa dirección. Con estas iniciativas se quiere impulsar la inversión privada en tecnología climática y proyectos de infraestructuras, utilizando fondos públicos e incentivos financieros como catalizadores. El objetivo es implantar dentro de su territorio una capacidad de fabricación y financiación sólida y local que permita vincular la protección del medioambiente con la seguridad económica y energética.
Estas nuevas políticas, que aumentan el atractivo económico de los proyectos del sector privado, están atrayendo capital privado a través de una serie de estructuras de financiación de deuda ligadas a los proyectos. De ahí que abunden las oportunidades de inversión en renta fija de proyectos orientados a transformar las infraestructuras existentes en favor de la electrificación, la reducción de las emisiones de carbono y el fortalecimiento de la resiliencia frente al cambio climático. Asimismo, el fomento del crédito al sector privado en estos ámbitos podría dar lugar a nuevos tipos de titulizaciones relacionadas con proyectos sostenibles.
Ante la posibilidad de que los cambios de política amplíen la emisión de deuda para financiar la transición energética, ¿cómo reaccionaría el mercado de renta fija ante el aumento de la oferta? Según nuestras previsiones, dos dinámicas podrían contrarrestar la presión alcista resultante sobre los rendimientos y los diferenciales. En primer lugar, si bien la oferta de deuda sostenible es cada vez mayor, también lo es su demanda. En segundo lugar, el interés de los gobiernos en que los proyectos verdes tengan éxito indica que, en conjunto, el riesgo crediticio asociado debería ser inferior al que perciben actualmente los mercados. Con el tiempo, creemos que estos factores permitirán reducir los diferenciales crediticios.