Inversión de impacto

R: El equipo de inversión de impacto de Wellington invierte a escala mundial en tres amplias categorías de impacto -esenciales vitales, empoderamiento humano y medio ambiente- que luego dividimos en 11 temas de impacto. Las oportunidades de impacto pueden representar soluciones innovadoras en distintos sectores, clases de activos y capitalizaciones de mercado. Todas las inversiones de impacto deben cumplir nuestros umbrales de materialidad, adicionalidad y mensurabilidad. Es decir, los ingresos de las empresas deben proceder en su mayor parte de productos y servicios relacionados con al menos uno de nuestros temas de impacto; el impacto que generen debe tener pocas posibilidades de lograrse por otros medios; y debemos ser capaces de seguir y medir el impacto. Una vez que determinamos si una empresa cumple nuestros criterios de impacto, la añadimos a nuestro conjunto de oportunidades. Paralelamente, nuestro análisis fundamental trata de identificar aquellas inversiones con el potencial de rentabilidad a largo plazo más atractivo.

R: En términos generales, impacto es «qué» hace una empresa o emisor que pueda traducirse en resultados sociales o medioambientales positivos. Los criterios ASG tienen más que ver con el «cómo» se comporta y desarrolla sus actividades una empresa. Los modelos de negocio basados en la construcción de viviendas asequibles, la prestación de asistencia sanitaria a comunidades rurales o la creación de semillas resistentes a la sequía son ejemplos de impacto. Por su parte, los criterios ASG incluyen aspectos como el modo en que una empresa asigna el capital, trata a sus empleados o proveedores, o gestiona el consumo de agua o las emisiones de carbono. Aunque las cuestiones ASG forman parte del análisis de valores de los gestores de impacto, nuestra «teoría del cambio» se basa en los principales bienes y servicios que produce la empresa.