La diversificación regional ofrece otras posibles ventajas en el ámbito del alto rendimiento. En concreto, consideramos que el mercado europeo de alto rendimiento es de mayor calidad que el estadounidense. En la actualidad, este hecho viene acompañado de valoraciones más atractivas, lo que, por un lado, refleja el elevado grado de incertidumbre económica, pero, por el otro, genera importantes oportunidades para la gestión activa y un análisis fundamental sólido, imprescindible para distinguir entre ganadores y perdedores.
En definitiva, en un entorno de mercado tan incierto, la clave es adoptar un enfoque flexible y ágil. La rotación dinámica en un amplio conjunto de sectores de renta fija permite generar rentabilidades ajustadas al riesgo más elevadas y con una menor volatilidad que la renta variable.
La deuda de mercados emergentes se presenta como una opción atractiva, pero ¿es demasiado volátil?
La deuda de mercados emergentes podría actuar como catalizador de rentabilidades atractivas y gran diversificador, especialmente desde la perspectiva de un inversor en mercados desarrollados. Sin embargo, también tiene un carácter cíclico y experimenta periodos de mayor volatilidad. En estos momentos, consideramos que hay más oportunidades que riesgos. A lo largo de estos últimos años tan complejos, los mercados emergentes han sabido enfrentar las condiciones macroeconómicas adversas. Tras la agresiva subida de los tipos de interés en respuesta al aumento de la inflación por parte de muchos países emergentes, la mayoría de ellos los ha mantenido elevados —alcanzando en algunos casos los dos dígitos—, por lo que disponen de mucho más margen para rebajarlos en comparación con los países desarrollados. Aunque ya hemos visto los primeros recortes de tipos en los mercados emergentes, el ciclo expansivo no ha hecho más que empezar. El alto nivel de dispersión puede ofrecer grandes oportunidades para la selección activa de países y el posicionamiento local en duración o divisas. Por su parte, los indicadores fundamentales de las empresas se mantienen sólidos y estables.
Los fondos de bonos de impacto pueden ser una buena forma de impulsar un cambio positivo, pero ¿son realmente efectivos en términos de rentabilidad?
En las inversiones de renta fija, el análisis de los valores se ha centrado tradicionalmente en los parámetros financieros. Sin embargo, consideramos que el análisis de impacto puede ser un gran complemento al revelar nuevas capas de riesgo y oportunidades que el análisis convencional puede pasar por alto.
La adopción de una perspectiva de impacto requiere un examen minucioso de los productos y servicios de un emisor para comprender en qué medida su oferta ayuda a los beneficiarios finales, así como para identificar cualquier riesgo que pueda reducir su contribución global a la sociedad y al medio ambiente e, indirectamente, debilitar su modelo de negocio. Si se pretende evaluar la capacidad de un emisor para lograr un impacto sostenido en el tiempo es necesario, asimismo, llevar a cabo un meticuloso análisis de las operaciones y la gobernanza, de las dinámicas generales de los mercados y los segmentos demográficos a los que se dirige y de cualquier estímulo o freno que pueda afectar a su potencial de impacto a largo plazo.
En una era de incertidumbre económica, creemos que cualquier acción que los gestores realicen para entender mejor las oportunidades y los riesgos de un emisor —desde tantos puntos de vista como sea posible— puede ayudar a mejorar el potencial de alfa a largo plazo a través de la selección de valores. Además, el enfoque diferenciador que proporciona una perspectiva de impacto puede contribuir a la diversificación global de la cartera.