La ventaja de la gestión activa
En nuestra opinión, el conjunto de oportunidades de impacto en el mercado de renta fija pública cuenta ahora con la escala y la liquidez adecuadas para mediante la gestión activa poder generar rentabilidades superiores a las del mercado y de un impacto que sea material, adicional y medible. El entorno actual, más cíclico y volátil, hace aún más necesario un enfoque activo que contribuya a reforzar la solidez a largo plazo de las carteras de impacto de renta fija.
En la gestión de nuestra cartera de bonos de impacto, por ejemplo, aplicamos una rotación dinámica de países y sectores igual a la que los inversores esperarían de una de nuestras estrategias «tradicionales». Y lo que es más importante, disponemos de un amplio y líquido universo propio de emisores de impacto donde elegir, generado a lo largo de ocho años de inversión de impacto en los mercados públicos de renta fija. Además, aprovechamos todo el potencial del análisis propio de Wellington para fundamentar nuestra selección de países y valores, bien a través de los conocimientos de nuestros estrategas macroeconómicos o geopolíticos o de los expertos en ASG. Muchas de estas perspectivas constituyen también aportaciones valiosas a nuestro análisis de impacto, lo que nos permite avanzar en nuestro doble objetivo de lograr rendimientos financieros competitivos y resultados de impacto cuantificables.
Un aspecto fundamental es que solo invertimos en mercados públicos líquidos, lo que además de ofrecer liquidez diaria a nuestros clientes, hace posible una rotación ágil entre diferentes áreas del mercado en las que el riesgo y la rentabilidad nos resulten más atractivos.
Por último, al igual que sucede con la renta fija tradicional, consideramos que es de vital importancia la construcción minuciosa de una cartera sólida a fin de mitigar los riesgos imprevistos y aumentar las posibilidades de obtener una rentabilidad positiva consistente a lo largo del tiempo.