Las pruebas, cada vez más evidentes, de que el impacto financiero de la biodiversidad es considerable, están generando cierta inquietud entre muchas partes interesadas como los inversores y los consumidores, e impulsando cambios en el entorno normativo y jurídico. La concienciación sobre la repercusión de la pérdida de biodiversidad en los precios de los activos, en el valor de las empresas y, por extensión, en los resultados de las inversiones, es un fenómeno muy reciente y adolece de datos fiables, lo que supone un obstáculo para la adopción de medidas cuantificables. No obstante, el Equipo de Análisis ASG de Wellington cree que los agentes del mercado deben considerar y contabilizar los costes de la pérdida de biodiversidad, asi como los beneficios derivados de la preservación de los ecosistemas.
El equipo se ha propuesto integrar la biodiversidad en nuestras estrategias de análisis y administración corporativa responsable (stewardship), del mismo modo que lo hacemos con el cambio climático; y, como en este tema, optamos por el diálogo activo como principal recurso para ayudar a las empresas y emisores a tomar conciencia de los riesgos y oportunidades asociados que conlleva. En las actividades de delegación de voto también tenemos en cuenta la forma en que las empresas abordan los riesgos importantes en materia de biodiversidad: una cuestión compleja sobre la que seguiremos perfeccionando nuestra estrategia. A continuación, compartimos algunos ejemplos recientes de los esfuerzos que hemos dedicado a evaluar los riesgos relacionados con la biodiversidad de las empresas y a conocer mejor sus planes para mitigarlos.