La diabetes, el cáncer y el alzhéimer se cuentan entre las enfermedades más devastadoras y extendidas del planeta con más de 500 millones de afectados1. El coste de su tratamiento asciende a cientos de miles de millones de dólares al año2. Los innovadores tratamientos para estas enfermedades actualmente en desarrollo ofrecen la posibilidad de mejorar la evolución de los pacientes y reducir los costes. Las nuevas clases de fármacos brindan un conjunto cada vez mayor de oportunidades de inversión susceptible de transformar el sector sanitario a largo plazo.
Las incretinas mejoran el tratamiento de la diabetes
Los índices de diabetes de tipo 2 y obesidad prácticamente se han triplicado desde 19753. En la actualidad, más de mil millones de personas padecen diabetes u obesidad en el mundo. Ambas afecciones constituyen importantes factores de riesgo para la aparición de enfermedades cardiovasculares —la principal causa de muerte en todo el mundo— y están relacionadas con distintos problemas de salud, como la apnea obstructiva del sueño y los trastornos musculoesqueléticos4.
Un grupo de fármacos conocidos como incretinas está revolucionando el tratamiento de la diabetes y la obesidad. A través de una serie de mecanismos, estas moléculas actúan directamente sobre los niveles de glucemia y reducen el apetito, lo que permite controlar la diabetes e inducir una pérdida de peso notable en todo tipo de pacientes. Las incretinas más comunes son los agonistas del péptido 1 similar al glucagón (GLP-1). Los medicamentos GLP-1 se llevan administrando desde hace 20 años, pero los últimos avances han mejorado su eficacia y la comodidad para el paciente. Algunos tratamientos son muy eficaces para controlar los niveles de azúcar en sangre de los pacientes diabéticos. También suponen un gran avance terapéutico para la pérdida de peso, ya que, según varios estudios, ayudan tanto a personas diabéticas como no diabéticas a perder un 20 % o más de su peso corporal 5.
Gracias a su espectacular crecimiento y a las constantes innovaciones, esta clase de fármacos ofrece un gran atractivo para la inversión a largo plazo. Según nuestros cálculos, los medicamentos GLP-1 superarán los 35.000 millones de dólares en ventas globales en 2023, lo que supone un aumento de más del 60 % con respecto a 2022. Si tenemos en cuenta que solo un pequeño porcentaje de los diabéticos y obesos de EE. UU. consumen actualmente un fármaco GLP-1, y que el acceso a estos medicamentos en el resto del mundo es aún limitado, su potencial de crecimiento podría ser considerable. Según estimaciones del sector, la cifra de ventas oscilará entre 70.000 y 90.000 millones de dólares a comienzos de la próxima década6. Nosotros creemos que la oportunidad podría ser todavía mayor, puesto que la siguiente generación de medicamentos será más barata, más fácil de administrar (por vía oral frente a inyectable) y más accesible. También se están realizando ensayos sobre el uso de GLP-1 en el tratamiento de la apnea del sueño y las afecciones renales, hepáticas y cardiacas. La eficacia de los fármacos contra la diabetes y la obesidad, así como la prevención de las complicaciones médicas que conllevan, podrían suponer un importante ahorro a largo plazo.