¿Cómo ha cambiado el contexto para los mercados de renta fija?
Paul: El entorno de tipos de interés y rendimientos bajos de los últimos años ha dado paso a un panorama completamente nuevo para la renta fija. En 2020, si invertías en bonos del Tesoro, la probabilidad de que obtuvieras un rendimiento negativo era muy alta —en resumen, era pagar por comprar deuda pública, mientras que incluso en los sectores de mayor rendimiento las rentabilidades totales se veían amenazadas. En contraste, en 2023 los bonos se están beneficiando de la subida de tipos y en el segmento de crédito, además, por los atractivos diferenciales.
El año pasado asistimos a un giro en la política monetaria de los bancos centrales para hacer frente a la inflación, y esperamos que esta tendencia continúe. De cara al futuro, confiamos en que este nuevo régimen, marcado por unos niveles altos de inflación, mayor volatilidad y una política monetaria más restrictiva, se mantenga sin cambios.
Esta nueva coyuntura genera oportunidades únicas para los inversores en renta fija a largo plazo, sobre todo en el segmento de crédito, siempre y cuando logren desenvolverse con éxito, dado que, en comparación con la última década, se trata de un territorio desconocido.