El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca es un buen momento para reflexionar sobre lo que hemos aprendido como inversores en mercados emergentes durante su primer mandato. Dado el carácter impredecible de Trump, los acontecimientos podrían desarrollarse de manera diferente a lo que los mercados anticipan. Por ello, creemos que repasar los resultados de su primera administración puede ayudarnos a prepararnos para lo inesperado.
Paradójicamente, los mercados emergentes (ME) obtuvieron buenos resultados durante el primer mandato de Trump, con un crecimiento anualizado del 13,6% frente al 14,0% del índice MSCI World1. Aunque es posible que este escenario no se repita, hay varios factores que nos permiten ser optimistas a largo plazo, en particular:
- Tras una primera apreciación, el dólar estadounidense se depreció, lo que supuso un impulso significativo para los mercados emergentes. Actualmente, es probable que el aumento de los aranceles, el control de exportaciones y las políticas de deportación promovidas por Trump estimulen la inflación, lo que podría traducirse en una subida de los tipos de interés y en el fortalecimiento del dólar. No obstante, estas medidas también chocan con el deseo de Trump de reducir el déficit comercial de EE. UU. con sus principales socios comerciales, lo cual exigiría un tipo de cambio más competitivo. La resolución de este dilema podría llevar a que el dólar siga una trayectoria similar a la de su primer mandato.
- El aumento de los aranceles resultó ser más modesto de lo que inicialmente se temía.
La media de los aranceles de EE. UU. a sus socios comerciales subió del 1,5% al 3%, con una fuerte intervención sobre China, que vio un incremento del 17%. A pesar de este aumento, el superávit comercial de China con EE. UU. creció. Aunque es probable que se presenten nuevas disrupciones, China y el resto de los socios comerciales están mejor preparados. Además, el deseo de Trump de «hacer negocios» podría limitar nuevamente el alcance de los aranceles.
- El exceso de pesimismo al inicio de la era Trump 1.0 provocó que se pasaran por alto puntos de entrada atractivos en los mercados emergentes. Aunque debemos ser prudentes y no dejarnos llevar por falsas ilusiones, es importante considerar que podrían surgir oportunidades alcistas en los mercados emergentes en un momento en que el sentimiento inversor sigue siendo negativo.
Una relación riesgo-rentabilidad más atractiva
El amplio universo de renta variable de los mercados emergentes está actualmente valorado de forma similar a como lo estaba en 2016, y algunos mercados, como China, están aún más baratos. Por el contrario, la relación precio-beneficio (PER) ajustada al ciclo de los mercados desarrollados subió un 30% durante este periodo, mientras que el mercado estadounidense se ha encarecido un 60%, lo que podría limitar el recorrido alcista de los índices MSCI US y World2.
Según los últimos datos de EPFR, la renta variable de los mercados emergentes no ha registrado un año de entradas significativas desde 2021 y ha sufrido niveles casi récord de salidas desde las elecciones3. Los mercados desarrollados, especialmente EE. UU., han sido los grandes beneficiados de esta reasignación. EE. UU. ahora representa casi el 75% del índice MSCI World. El consenso en los mercados es que los ME parten de una posición infraponderada, lo que proporciona una base sólida para posibles flujos a lo largo del tiempo.