Por qué la Fed podría frenar las subidas
El alza de los rendimientos de la deuda no dejó de sorprender a los mercados durante el año pasado. Entonces, ¿por qué creo que el final del ciclo está cerca y que invertir en bonos puede ser ahora una estrategia prudente? En primer lugar, la inflación está disminuyendo, como demuestra que la variación del índice de precios al consumo subyacente haya bajado de forma continua del 6,6 % al 4,4 % en los últimos 12 meses. Además, el repunte de los rendimientos de los bonos está endureciendo las condiciones financieras, al encarecer el endeudamiento. De hecho, en una declaración reciente, la Fed afirmaba que los mayores rendimientos de la deuda le ayudan en sus esfuerzos por restringir la oferta monetaria, y esta perspectiva seguramente influirá en sus decisiones sobre los tipos de los próximos meses. En último lugar, hemos constatado que las subidas de tipos acumuladas de la Fed, de 550 puntos básicos, están repercutiendo en la economía real, pero con un mayor desfase de lo habitual. En resumen, el acceso al crédito se ha complicado, las bolsas estadounidenses han perdido vigor y los salarios se han deteriorado.
Sin embargo, esta previsión podría no cumplirse. Los mercados laborales siguen muy tensionados y, pese a haber disminuido, los salarios aún no son compatibles con una inflación del 2 %. Es posible que se deba superar con creces la tasa de desempleo del 4 % prevista por la Fed para que los salarios y la inflación bajen lo suficiente de forma sostenida hasta alcanzar el objetivo, haciendo necesaria una mayor contracción monetaria. Aun así, en un horizonte de inversión de tres años, los bonos podrían seguir reportando un beneficio en la rentabilidad total respecto al efectivo, pues el mayor endurecimiento también reavivaría los temores a la recesión, lo que, al obligar a la Fed a centrarse en bajar los tipos, favorecería a los bonos. Por último, otro foco de inquietud de cara al futuro es la prima a plazo —es decir, el rendimiento adicional que los inversores exigen como compensación a mantener un bono durante más tiempo—, que en los últimos tiempos ha subido a causa de innumerables factores. Si la prima de los bonos del Tesoro de Estados Unidos siguiera ascendiendo por el aumento de los déficits públicos y de la oferta de deuda, podría desbaratar cualquier repunte significativo en el precio de estos activos.