Antes de desgranar las implicaciones económicas y de mercado de los aranceles arrolladores que la administración Trump introdujo el 2 de abril (que han elevado la tasa arancelaria efectiva al nivel más alto desde la década de 1930), quiero reconocer que se trata de una respuesta temprana* a una política incipiente. Es muy probable que la situación evolucione, y creo que los aranceles reales pueden acabar variando día a día o semana a semana.
Los aranceles
Como parte de esta nueva política, el 5 de abril entrará en vigor un arancel universal del 10% para todos los países. El 9 de abril se aplicarán aranceles adicionales "recíprocos". Se trata de una supuesta respuesta a los aranceles impuestos por otros países a Estados Unidos. La administración presidencial sostiene que estos aranceles equivalen a la mitad de los impuestos a EE.UU. por otros países, y presenta esta reducción como un gesto de buena voluntad por parte de EE.UU.
Hay algunos aspectos especialmente notables de la nueva política que me gustaría señalar. En primer lugar, el tipo arancelario para China parece estar "apilado". Esto significa que, aunque el nuevo arancel "recíproco" es del 34%, el tipo efectivo es del 54%, ya que se impuso un 20% adicional a principios de este año. Además, se elimina la franquicia de derechos de minimis para las mercancías cubiertas. También se mencionaron exenciones a los futuros aranceles de la Sección 232, aplicados al oro, los automóviles y la energía/materiales críticos. Se esperan investigaciones en los sectores farmacéutico y de semiconductores. Por último, en términos relativos, Canadá y México seguirán sin recibir aranceles sobre los bienes conformes con el USMCA, pero enfrentarán un arancel del 25% sobre los bienes no conformes con el USMCA y un arancel del 10% sobre la energía y la potasa no conformes con el USMCA.
Volvamos a centrar nuestra atención en el desarrollo de los acontecimientos. En teoría, dado que los aranceles "recíprocos" deben entrar en vigor una semana después del anuncio, hay margen para la negociación. En mi opinión, es probable que la Administración esté calculando que utilizar un punto de partida agresivo aumenta la probabilidad de que otros países hagan concesiones, las cuales EE.UU. podría aceptar antes o inmediatamente después de la aplicación. Sospecho que la Administración consideraría tales concesiones como un testimonio de la fortaleza de Estados Unidos y un medio de retener algunos ingresos desde una perspectiva fiscal. Este último punto es importante: un proceso de reconciliación puede conducir a niveles de deuda más altos a medio plazo, con la política actual y la adición de nuevos recortes de impuestos más allá de la extensión de la Ley de Recortes de Impuestos y Empleos (TCJA, por sus siglas en inglés).
Como parte de esta conversación, vale la pena señalar que los resultados de las elecciones judiciales del 2 de abril revelaron que los votantes están descontentos con la administración Trump. Este tipo de comentarios pueden ser disciplinarios, pero el presidente Trump se mantiene firme en su convicción de la eficacia de los aranceles, que parece considerar una solución a problemas estructurales relacionados con la participación del trabajo en la renta y la desigualdad de ingresos. Queda por ver si con el tiempo lograrán el resultado deseado.
Implicaciones económicas
La magnitud de los aranceles erosionará, si no destruye, la confianza entre los aliados de EE.UU. La pérdida de confianza puede hacer que los aliados se muestren menos dispuestos a entablar negociaciones con la Administración, una dinámica que probablemente se aclare en los próximos días. Además, el declive de la integridad institucional socava el estatus del dólar estadounidense como moneda de reserva. Este riesgo se ha acelerado, y aunque la administración retire los aranceles antes de su aplicación, es poco probable que se disipe. A corto y medio plazo, veo lo siguiente:
- Aumenta la probabilidad de un incremento más sostenido de la volatilidad de la inflación.
- Perspectivas desfavorables para el crecimiento a corto y medio plazo.
- Incrementa la probabilidad de que el ciclo económico se vea afectado por las señales negativas de la incertidumbre política.
- Aumenta la probabilidad de nacionalismo económico y repatriación.
Dicho todo esto, me sorprendería que todos estos aranceles entraran en vigor tal y como se han anunciado, lo que dificulta el análisis de la situación. Los efectos multiplicadores de la incertidumbre pueden ser significativos, especialmente cuando se avecinan negociaciones bilaterales con 60 países y es probable que se produzcan cambios diarios o semanales en los tipos arancelarios.